lunes, 13 de junio de 2011

MUERTE Y RELIGIÓN. MIEDO LA MUERTE. DISEÑANDO LA REALIDAD. II

 Muerte y religión.  Miedo la muerte.  Diseñando la realidad. II



Así que ahora mismo tenemos, el concepto de Dios, la organización religiosa y la existencia de una experiencia celestial, y nosotros como miedo a la muerte. Esta es la situación:
Aquí estamos nosotros como miedo la muerte, aquí tenemos nuestros pensamientos diciéndonos dónde ir, lo que hacer y lo que ser, realmente dirigiéndonos y nosotros simplemente siguiéndoles. Entonces tenemos la organización religiosa a través de el concepto de Dios y la existencia celestial. Una vez más ¿dónde estamos nosotros en esta ecuación?
Así que ¿qué haría uno si tiene miedo a la muerte?:
-          Tengo miedo la muerte! Uff! Tengo miedo la muerte! Oh Dios mío! Uff que miedo! Mira, allí hay una organización religiosa, hay un concepto de Dios, hay una existencia celestial. Voy a ir allí y asegurarme de que puedo ir a una existencia celestial para asegurarme de que no sé que tengo miedo a la muerte, para no ser honesto conmigo mismo al comprender que tengo miedo a la muerte. ¿Qué muerte temo? la muerte de mis pensamientos porque mis pensamientos son Dios y mis pensamientos son quien yo soy.

Esto es lo que los humanos tienen que comprender, tus pensamientos son realmente Dios, gracias al miedo a la muerte. Los seres humanos temen la muerte, ¿que muerte? La muerte de sí mismos como todo aquello en lo que se han permitido convertir en separación de sí mismos. En este mismo momento somos uno e igual con lo que hemos permitido y aceptado en este mundo, ahí es donde igualdad y unidad existe en este mundo en este mismo momento.

            En este mismo momento los humanos son menos que Dios, somos menos que este mundo, somos menos que las situaciones que se manifiestan en este mundo, no tenemos poder, no tenemos responsabilidad para siquiera tener la habilidad de dirigir este mundo de manera efectiva. Somos susceptibles a las situaciones en este mundo. Nos escondemos detrás de gobiernos, organizaciones, religiones, pero no tenemos la capacidad de reafirmarnos y provocar un cambio en este mundo porque somos menos que él. ¿Por qué somos menos? Porque hemos permitido que los pensamientos se conviertan en nuestro Dios.

Este mundo continuara así incluso empeorando hasta el punto de la destrucción si no comprendemos nuestra unidad e igualdad con lo que se ha aceptado y permitido en este mundo. ¿Qué quiere decir unidad e igualdad? Bien, cuando consideramos todas las situaciones que están ocurriendo en nuestro mundo, de repente comprendemos; UPSS! Soy responsable de todo esto. Esto soy yo, esto es quien y lo que yo soy.  Es una desgracia ver como ni siquiera somos iguales y uno en la comprensión de que realmente lo que aquí existe somos nosotros, nosotros lo creamos y diseñamos, nosotros lo manifestamos, todos y cada uno de nosotros.

            Se nos sugiere ahora que paremos de escondernos detrás de un concepto de Dios, una organización religiosa y una existencia celestial, pues esto no pertenece más que al mundo de los pensamientos, lejos de la verdad. Nos escondemos para no tener que afrontar la verdad de nuestro ser, para no tomar responsabilidad de lo que hemos creado y manifestado en este mundo. Y según hacemos esto, en el no permitirnos afrontar la verdad de nuestro ser como lo que hemos manifestado y creado en este mundo y escondernos en su lugar, nos volvemos menos e inferiores a la vida. Pero recordemos, vamos a afrontarlo tarde o temprano, o ahora o el día en que morimos. Porque estamos aquí, estamos presentes, eso es lo que realmente somos y esta expresión de nosotros no se puede suprimir, no se puede ocultar, y la realización y comprensión de la verdad de nuestros seres es inevitable y segura.

Recalcando por última vez el punto clave de este mensaje decimos:  el hecho de no tomar responsabilidad y con ello comprender que todo lo que veo soy yo, que todo lo que veo es lo que he aceptado y permitido, me hace inferior a la vida, y en verdad esto verdad no es. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario