viernes, 10 de junio de 2011

EL PODER ESTÁ EN TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS:PERO TENEMOS MIEDO

Hoy deseo abordar un tópico muy común y delicado que ha estado 
 haciendo daño por mucho tiempo a todos sin importar la denominación de 
 los grupos, ya sean éstos religiosos, místicos, filosóficos o de la 
 Nueva Era.  Quiero referirme al liderazgo dentro de las organizaciones, 
 comunidades o grupos.
 
 Las personas al llegar y hacerse miembros de éstos aceptan un orden y 
 reglas a seguir establecidos por el líder a quien se le ha encomendado 
 la misión de organizar a sectores de la humanidad que estén buscando 
 ir en pos de su preparación espiritual y emprender el estudio para 
 encontrar la verdad.  Todo esto obedece a los procedimientos 
 establecidos por la sociedad donde viven y ha sido así desde los 
 albores de la humanidad hasta el día de hoy.  Eso está bien ya que 
 obedece también a la necesidad del Ser de unirse con otros Seres y 
 compartir al dar y recibir lo mejor de sí mismo.  Todo esto es la parte 
 física, las instalaciones materiales de lo que será el ir construyendo 
 el templo espiritual de cada uno.
 
 Poco a poco deben ir discerniendo, encontrándose con su Luz e ir 
 expandiendo el horizonte de su entendimiento de la verdad.  Es lo que 
 algunos llaman el abrir los ojos, “se cayó la venda”, y comienzan a 
 encontrar fallas y vicios en el líder del grupo en donde se encuentran 
 y exigen perfección en la persona que solamente está cumpliendo con su 
 misión de unirlos para que trabajen en el crecimiento personal y 
 espiritual.  Estos sentimientos se generan porque han perdido la 
 perspectiva de su búsqueda siguiendo al líder del grupo en que se 
 encuentran en lugar de encontrarse con su propio líder, ese Ser que va 
 despertando y encontrándose con su propia verdad.
 
 Erróneamente buscan a otro líder de otra denominación que se acomode 
 a sus deseos de llenar lo que andan buscando, y así van perdiendo el 
 Camino, generando efectos a los que más tarde tendrán que responder ya 
 que al encontrar a un nuevo líder, comienzan a destrozar al líder que 
 ya no llena sus ilusiones.  Estas acciones son muy comunes en todos 
 aquéllos que no están seguros del camino que han emprendido al ir en 
 busca de la verdad y se justifican a sí mismos pensando que si a esta 
 persona la siguen muchos es porque tiene la verdad y se acomodan dentro 
 de esos pensamientos descuidando así la razón de su búsqueda.
 
 Ubíquense y en lo profundo de sus corazones no se dejen engañar por 
 ilusiones, sea cada uno el líder de sí mismo con la Guía Espiritual, 
 la Luz no es propiedad de ningún grupo, comunidad u organización, 
 éstos son semilleros o focos de Luz donde cada uno se ayuda a despertar 
 y son muy necesarios desde el punto de vista que no es lo mismo caminar 
 solo que acompañado.

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