lunes, 23 de mayo de 2011

EL MOMENTO DEL CAMBIO HA LLEGADO

 Es el momento de dejar de dar tumbos y más tumbos sin saber qué rumbo coger, sin saber qué ideología adoptar, sin saber qué movimiento seguir, sin saber en definitiva qué es lo que nos mueve.
Hay que PARAR. Parar nuestro interior por un momento y visualizar todo lo que nos rodea como si fuese una película en la que no estamos inmersos. Sólo desde allí seremos capaces de discernir lo que ocurre. Lo que cada uno ve en el exterior no es más que los propios conflictos internos que tiene (inseguridad, pasión, valentía, depresión, caos) cada cual ve lo que le rodea con su prisma particular y por eso las opiniones son tan variopintas de un mismo hecho.
Para cambiar nuestro mundo debemos empezar por cambiar nosotros mismos, ya que aquel es el reflejo de nuestro interior.
Consejos desde la reflexión personal. PARAR de pensar por un momento. De esta forma se estabiliza la emoción y la pasión y se piensa con más claridad. Los eventos nos ciegan, nos apasionan, nos arrastran.
Estas conclusiones repito están sacadas en primera persona, desde la resaca de una semana intensísima que comenzó el 15 de Mayo de 2011 en Valladolid y que me ha deparado momentos irrepetibles en mi vida. He experimentado el trato con el otro como nunca antes lo había hecho. He experimentado la unidad como nunca antes lo había hecho. He experimentado la ilusión grupal como nunca antes lo había hecho. He experimentado la COMUNION (común-unión) como nunca antes lo había hecho. Y me quedo con eso.
Se puede cambiar, y el cambio llegará en el momento que miremos al otro, sea quien sea, como a nosotros mismos, con el mismo amor, cariño y compasión como si fuese nuestra propia familia, nuestra propia sangre.
La semilla está plantada, el tren está embalado, como dijeron en la asamblea, es el momento del cambio interior.

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