lunes, 11 de abril de 2011

EL SÍNDROME DE LA RANA O PARÁBOLA DE LA RANA Y LA OLLA DE AGUA HIRVIENDO

Si se echa una rana a una olla con agua hirviendo, ésta salta inmediatamente hacia afuera y consigue escapar de la olla sin haberse quemado ni una pestaña.
En cambio, si inicialmente en la olla ponemos agua a temperatura ambiente y echamos una rana, ésta se queda tan fresca dentro de la olla. Pero cuando, a continuación, comenzamos a calentar el agua poco a poco, la rana no reacciona bruscamente sino que se va acomodando a la nueva temperatura del agua hasta perder el sentido y, finalmente, morir literalmente hervida.

¿Qué conclusiones podemos sacar las personas?

Son evidentes. Si revisas de manera racional tus hábitos de alimentación, de ocio (beber, fumar...), de exposición al sol, de conducción, horas de sueño... seguro que, siendo sincero/a, eres consciente de un hecho: no es que simplemente no estés actuando de la mejor forma posible, sino que ni siquiera lo estás haciendo de una forma recomendable.


"No se trata de hacer lo que puedas, sino de hacer lo que tienes que hacer".

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1 comentario:

  1. Ya es hora de actuar, saltar del agua caliente. Estoy con vosotros, ¡actuar YA!

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