lunes, 4 de abril de 2011

DECODIFICANDO LA REALIDAD: OBSERVAR, ESCUCHAR Y PENSAR

LA VERDAD es un norte invariablemente marcado que se antoja absoluto y desvanece cualquier conato de ocultación, ya que tarde o temprano vencerá a los intentos deshonestos para conseguir su modificación. La verdad es única, es inquebrantable, frente a la verdad la duda deroga, todas las piezas encajan y la sombra se disuelve.

Dice textualmente un refrán “se coge antes a un mentiroso que a un cojo”. Esta afirmación, no carente de cierto nivel de sarcasmo, lleva inherente una gran verdad, pues la mentira, lejos de ser duradera, tiene un mantenimiento costoso y vulnerable, como un mecanismo de autodestrucción, condenado a no llegar jamás al infinito. La mentira supone esfuerzo, premeditación, refinamiento y estudio de la situación, muy distinto a la verdad, que brota por defecto como energía libre y positiva.

            La única manera de luchar contra la mentira es a través de la verdad, su polo antagónico, y de nuestra inteligencia, la herramienta por excelencia más eficaz del ser humano.


Para conseguir cosas en esta sociedad éxito, dinero, prestigio, poder, reconocimiento, amor, en cierta medida hay que haber engañado a muchas personas o haber sido cómplices de algún tipo de engaño. Nadie honrado se hace millonario trabajando, tal vez sí engañando o robando. Nadie honrado llega al poder, sólo habiendo pisado antes cabezas, a través o no de mentiras y de ensuciar la cara del oponente con engaños, estrategias, trampas y conspiraciones. Nadie honrado consigue reconocimiento, sólo haciendo la pelota y engañando a quien está por encima de él y le puede dar su reconocimiento. Nadie consigue el amor de sus sueños si no es a través del engaño, poniéndose una careta que complazca a la persona que pretende conquistar.

Vivimos en una especie de consciencia o sociedad programada en la que nos encontramos seguros. Una cárcel sin barrotes llamada democracia, de la que nadie desea escapar. Achacamos a las tendencias, partidos políticos, guerras y la mala suerte el hecho de que nuestras vidas carezcan de auténtica libertad (leyes, impuestos, códigos, tasas, normas…) y se conviertan en una mediocridad rutinaria, que no es mas que una esclavitud vitalicia donada inconscientemente por nosotros de una manera gratuita.
La esclavitud del ser humano ha permanecido a lo largo de la historia para beneficio económico y físico de quien ostentaba la riqueza, el poder, las armas, el control y la verdad. Esta gente llamada élite, se ha procurado siempre lo necesario para permanecer en ese nivel, tanto ellos como sus descendientes. El poder crea adicción y más teniendo en cuenta que quien lo ostenta en la actualidad ha nacido y crecido con él, lo cual supone no tener ningún tipo de escrúpulos a mantenerlo a cualquier precio, despreciando la vida humana, por supuesto, si es necesario.
Por desgracia para la élites mundiales, la verdad tan diseminada por doquier está siendo investigada, recuperada, agrupada y presentada a la gente de la calle, a través de medios “no oficiales” y de Internet, de una manera tan clara, que hace temblar los pilares existenciales de cualquier persona que se creía asentada en un mundo seguro.
Nadie escapa de los tentáculos del sistema mundial envuelto en mentira, ni siquiera los que nosotros creemos como causantes de esa situación, que pueden llamarse gobiernos, políticos, banqueros, multinacionales… También ellos hacen lo que hacen por orden de “alguien”. Es difícil, por no decir imposible, llegar a ese nivel de la pirámide, en primer lugar porque el laberinto burocrático y las verdaderas conexiones de las altas esferas a ese nivel las saben muy pocos, y en segundo lugar porque los verdaderamente responsables de todo esto, lo que están en lo alto de la pirámide, son personas que ni siquiera tenemos conocimiento de su existencia, quizá ni existan legalmente, para no levantar sospecha.

Volviendo al tema del primer refrán. Intentemos “pillar” al mentiroso. ¿Cómo lo haremos? Investigando, leyendo, hablando con los demás, anotando fechas, frases, promesas, datos y tirando de los hilos cuya procedencia sea dudosa o incompleta.

Pero ¿Por dónde empezar?...  Ciertamente es difícil marcar un comienzo en esta historia dado el abrumador contenido de mentira a la que cada uno de nosotros estamos sometidos a diario. Vale, empecemos por “poca cosa” las mentiras planetarias, y las cuestiones existenciales de nuestras vidas, que a quien más y a quien menos algún quebradero de cabeza y más de una noche en  vela nos ha provocado.

¿Cómo crees que es el mundo? ¿Quién lo mueve en una u otra dirección? ¿De dónde venimos y a dónde vamos como humanidad y como planeta?

La estructuración mundial del planeta viene a ser la consecuencia de una forma concreta de actuación por parte de las distintas culturas, religiones y sociedades. Pero ésta población puede estar engañada por los que la guían para tomar una postura concreta como país, cultura o religión, pueden estar sometidos a un nivel extremo de mentira de control, que es la mentira en su máxima expresión.

Todos hemos nacido en una zona, raza, tiempo y situación concretos. Todo lo que vemos, nos rodea y nos ha tocado vivir no lo hemos seleccionado, simplemente ya estaba establecido mucho antes de nacer. Por lo tanto nacemos, crecemos, nos educan en un sentido determinado, dependiendo del país, momento y cultura, la gran mayoría nos convertimos en trabajadores del sistema, en padres, en educadores, en abuelos y finalmente en espacio para otros nuevos seres que seguirán la cadena. ¿Dónde ha comenzado esta cadena milenaria? Al hacer esta pregunta empezamos a dudar de algunas cosas, sobre todo los orígenes, teniendo en cuenta lo que los difumina el paso del tiempo.

 Para no sentirnos engañados usemos nuestro cerebro y pensemos seriamente en cómo ha pasado toda la información, noticias, cultura y todo el saber y el conocimiento desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días. ¿Ha llegado íntegro todo? Para responder a esta pregunta es necesario pensar quiénes eran los que manejaban la cultura y los conocimientos de generación en generación… Efectivamente, los poderosos, la ilustración, los “listos”, los cultos, los que lo tenían todo y no se tenían que preocupar en sobrevivir, sino que podían dedicar tiempo a “cultivarse”. Ahora pensemos cómo vivía esa gente y cómo vivía el resto (mendigos, malnutridos, esclavos, proletariado, plebeyos, siervos, trabajando de sol a sol para poder malcomer). Si yo fuese rico y me gustase mi vida, haría todo lo posible por conservarla intacta para mí y para mis descendientes, ya que querría lo mejor para ellos ¿no? Pues planteémonos eso, ya que por ahí van los tiros…

Ricos, y poderosos manejando, manipulando y cambiando la cultura, las religiones, la historia, la evolución de la humanidad y del planeta, con el único fin de establecer un sistema para permanecer en un estado inmenso de bienestar perpetuo para ellos y sus familias, lo que representa la historia de la humanidad desde tiempos inmemoriales. Si alguien quiere una prueba de esto que piense en los reyes, en la nobleza, en los faraones, en el papa, en la clase política, en los dictadores y conquistadores, en todas las personas con poder que ha habido a lo largo de la historia de la humanidad. ¿Qué es lo que han hecho todos ellos sin excepción?…¡¡¡ SOMETER Y APROVECHARSE DEL RESTO DE LOS MORTALES PARA SU PROPIO BENEFICIO, COMODIDAD, BIENESTAR Y AUMENTAR SU PODER Y CONTROL SOBRE LOS DEMÁS CON ESE MISMO FIN!!! Quien niegue este hecho es un inculto o uno de ellos.

Pensemos ahora ¿qué hay de diferente en la actualidad? La respuesta son los métodos. Las clases poderosas se han tenido que emplear a fondo en un mundo en constante cambio y desarrollo. Pero sus propios métodos se vuelven contra ellos, porque, como dije una mentira lejos de ser duradera es costosa y vulnerable, más si cabe en la era de la información.

Para que la mentira mundial permaneciese por mucho tiempo había que inventar un sistema en el que la gente se sintiera libre y ese “falso sistema” son las democracias. Son tan sutiles que el engañado pierde la realidad anestesiado por su efecto placebo. Todos pensamos que es el mejor sistema en el que podemos vivir. Pero lejos de ser un sistema de libertad, la democracia plantea una esclavitud férrea de la que no se puede salir, ya que no se es consciente de la misma. Todo en democracia son leyes, decretos, normas, deberes y derechos, redactados en su totalidad por los “representantes del pueblo”. La libertad no se regula, que es lo que han hecho con ella precisamente para su propio beneficio los poderosos. Una prueba de ello es ¿por qué tanto interés en llegar al poder? Para tener eso precisamente “PODER” y control. Todo son normas cada vez más estrictas, redactadas a conveniencia de quien gobierna, para “controlar esa supuesta libertad” es decir atar en corto el collar al perro para que no se escape. Si no ¿qué significa “secreto de estado” si el estado somos todos ¿porqué no sabemos esos “secretos”?.

“Los gobiernos representan a los ciudadanos”. Primera y gran mentira. Los gobiernos no representan a TODOS los ciudadanos sólo a los que están por encima del propio gobierno, porque bien es sabido que existen muchas personas, bancos y empresas que tienen más dinero que los propios países tanto que les prestan dinero y los gobernantes deciden unas y otras cosas con “permiso de Don Dinero”. Es la pirámide del billete de dólar en toda regla. Una vez más el pez grande se come al chico, una vez más los intereses priman sobre el bien común, una vez más la injusticia reina sobre todos. Es el pan nuestro de cada día, gente de todos los lugares, de todos los países, de todas las culturas y de todas las religiones, levantándose pronto para ir a trabajar en empresas que tienen más dinero que los propios países, por un mísero salario que servirá para “malvivir” y comprar todas esas cosas que nos hacen felices, o al menos eso nos dicen en la publicidad. Mientras yo me dejo mi vida en el trabajo, otros disfrutan de sus beneficios multimillonarios en el caribe, rodeados de opulencia y lujo y sin haber trabajado en su vida. Pero me quedan las religiones que me dicen que aguante en esa situación porque algún día, cuando ya me haya muerto tendré mi recompensa, religiones que tienen la misma estructura de dinero y poder que el resto de instituciones políticas estatales, empresariales y gubernamentales… ¡¡Qué ironía!! Que alguien me diga si esto no es vivir en Matrix, porque lo peor de todo es que nos sentimos a gusto en este sistema, claro siempre que a mi no me encarcelen, embarguen, sometan, y siempre que tenga dinero para gastar, aunque sea poco. ¿En qué especie de locura enfermiza nos estamos viendo envueltos? ¿Alguien se ha parado a pensarlo? Es preocupante el nivel de sometimiento al que estamos llegando últimamente, sobre todo con la crisis, con la gripe A, con el terrorismo, con la energía, con el cambio climático, con las guerras… Pero básicamente todo este sometimiento viene dado por amasadas mentiras de laboratorio o lo que es lo mismo un método muy elaborado de control mental de masas.

Dentro de cada uno de nosotros existe un buscador. Unos buscan libertad, otros buscan riqueza y poder, otros buscan felicidad, otros soledad, otros reconocimiento, otros cariño, compañía, soledad, etc… Pero una cosa está clara, quien busca la verdad y la halla, encuentra el verdadero sentido de su vida y cambia su perspectiva de las cosas.

Imaginemos que nacemos ciegos y que nos describen todas las cosas que nos rodean con palabras. Esas palabras pueden o no ser ciertas y por tanto condicionarán nuestra forma de pensar, pero nunca sabremos la verdad, porque nunca la veremos. Este caso es diferente. Si cada cosa de la que no estamos seguros la ponemos en duda e intentamos buscar la verdad de la misma, nos daremos cuenta de que nada es lo que parece. Lo malo de empezar a buscar respuestas es que cuando descubres una mentira, esa te lleva a otra y la otra a la siguiente y así, tu vida es una telaraña de mentiras de la que es difícil dejar algo en su sitio. De cualquier forma aunque escapes de la telaraña y hayas decodificado la realidad y despertado a una visión nueva de las cosas no lo hará nadie contigo, ya que cada uno somos diferentes y cada uno tenemos nuestros valores, nuestra perspectiva, por lo tanto es imposible que nuestras creencias las tenga exactamente igual el vecino de al lado, por mucho que nos molestemos el hacérselo ver.

Para defenderse de la mentira y evitar ser engañado lo primero que debemos hacer es cuestionar toda “verdad” y si creemos que algo no es cierto buscaremos apoyos, generando duda en los demás. Que ellos nos den su opinión al respecto. Después cogeremos la mayor cantidad de información y la contrastaremos. Que todo indique en una dirección, no implica por defecto que eso sea cierto, a veces puede estar manipulado para que apunte en ese sentido. La verdad es la verdad aunque sólo exista una persona en el mundo que la vea. Y “LA VERDAD” es única, el resto son falsas verdades o lo que es lo mismo mentiras.

Lo segundo que debemos hacer después de cuestionar la verdad es preguntarnos quién ha podido manipularla y con qué fines. Eso nos llevará al origen de la cuestión.

EVITEMOS SER ENGAÑADOS, ABRAMOS LOS OJOS MÁS ALLÁ DE LO QUE VEMOS Y ESCUCHEMOS MÁS ALLÁ DE LO QUE OÍMOS. DESPUÉS PONGAMOS EN COMÚN NUESTRAS DUDAS Y COMPARTAMOS LO QUE TENEMOS EN COMÚN.

1 comentario:

  1. Interesante Alfredo y sobre todo lo último escrito:
    PONGAMOS EN COMÚN NUESTRAS DUDAS Y COMPARTAMOS LO QUE TENEMOS EN COMÚN.

    ¿Qué diríamos de un amigo que tenemos en común, que quiere dar la fachada, quiere aparentar que está en posesión de la Verdad y que en el momento que fue cuestionado dejó de ser amigo en facebook?

    Muchas gracias por el blog. Un abrazo.

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