Hoy deseo abordar un tópico muy común y delicado que ha estado
haciendo daño por mucho tiempo a todos sin importar la denominación de
los grupos, ya sean éstos religiosos, místicos, filosóficos o de la
Nueva Era. Quiero referirme al liderazgo dentro de las organizaciones,
comunidades o grupos.
Las personas al llegar y hacerse miembros de éstos aceptan un orden y
reglas a seguir establecidos por el líder a quien se le ha encomendado
la misión de organizar a sectores de la humanidad que estén buscando
ir en pos de su preparación espiritual y emprender el estudio para
encontrar la verdad. Todo esto obedece a los procedimientos
establecidos por la sociedad donde viven y ha sido así desde los
albores de la humanidad hasta el día de hoy. Eso está bien ya que
obedece también a la necesidad del Ser de unirse con otros Seres y
compartir al dar y recibir lo mejor de sí mismo. Todo esto es la parte
física, las instalaciones materiales de lo que será el ir construyendo
el templo espiritual de cada uno.
Poco a poco deben ir discerniendo, encontrándose con su Luz e ir
expandiendo el horizonte de su entendimiento de la verdad. Es lo que
algunos llaman el abrir los ojos, “se cayó la venda”, y comienzan a
encontrar fallas y vicios en el líder del grupo en donde se encuentran
y exigen perfección en la persona que solamente está cumpliendo con su
misión de unirlos para que trabajen en el crecimiento personal y
espiritual. Estos sentimientos se generan porque han perdido la
perspectiva de su búsqueda siguiendo al líder del grupo en que se
encuentran en lugar de encontrarse con su propio líder, ese Ser que va
despertando y encontrándose con su propia verdad.
Erróneamente buscan a otro líder de otra denominación que se acomode
a sus deseos de llenar lo que andan buscando, y así van perdiendo el
Camino, generando efectos a los que más tarde tendrán que responder ya
que al encontrar a un nuevo líder, comienzan a destrozar al líder que
ya no llena sus ilusiones. Estas acciones son muy comunes en todos
aquéllos que no están seguros del camino que han emprendido al ir en
busca de la verdad y se justifican a sí mismos pensando que si a esta
persona la siguen muchos es porque tiene la verdad y se acomodan dentro
de esos pensamientos descuidando así la razón de su búsqueda.
Ubíquense y en lo profundo de sus corazones no se dejen engañar por
ilusiones, sea cada uno el líder de sí mismo con la Guía Espiritual,
la Luz no es propiedad de ningún grupo, comunidad u organización,
éstos son semilleros o focos de Luz donde cada uno se ayuda a despertar
y son muy necesarios desde el punto de vista que no es lo mismo caminar
solo que acompañado.
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viernes, 10 de junio de 2011
EL PODER ESTÁ EN TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS:PERO TENEMOS MIEDO
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